Llegó el momento de la despedida. Después de todo un curso lleno de alegrías, risas, momentos únicos, tensiones, sueños, ilusiones.... tantas y tantas cosas sólo pueden acabar en un día lleno de emociones. Qué despedida tan bonita y a la vez tan dura. Se acaba un curso en el que he disfrutado, enseñado, aprendido, conocido, viajado (demasiado diría yo...jeje), soñado...
Os dejo peques, para que sigáis creciendo y disfrutando, os dejo en manos de otros maestros que seguro que harán de vosotros grandes, muy grandes. Pero no me olvidéis, por que yo nunca lo haré. Os llevaré siempre en mi corazón, apretaditos, haciendo hueco para todos los niños y niñas que ya están y todos los que estarán. ¡¡¡Os quiero!!!
Gracias a mis niños y niñas, sin ellos no merecería la pena levantarse cada día. Me hacen sentir especial y cada día brilla de forma única.
Gracias a las mamás y papás por sus regalitos, te hacen sentir parte de la familia, gracias por su cariño, por sus palabras...
Gracias a mis compañeros de coche por amenizarme cada día y hacerme sonreír, incluso en los días más grises.
Gracias a todos mis compañeros del cole, no sabéis cuánto me habéis enseñado, todo lo que tengo y no tengo que hacer...jeje
Gracias a mi compi Mónica, tu sabes cuánto te quiero y cuánto te voy a echar de menos.
Gracias a todos y cada uno que a aportado en mi vida en este curso, y sobre todo gracias a DIOS que lo ha hecho todo posible.
¡¡¡Hasta siempre amigos de Benamaurel!!!
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