MATERIALES: las frutas que queramos, recipiente y agua.
PROCEDIMIENTO: metemos las frutas una a una y vamos comprobando cuales flotan y cuales no. Algunas varían si las pelamos, como por ejemplo el plátano o la naranja, las cuales con piel flotan y sin piel se hunden.
EXPLICACIÓN: Las frutas que flotan se debe a que tienen menos densidad que el agua. La apariencia de los mismo no influye o determina si van a flotar o no. Eso lo aprendimos con las uvas que a pesar de ser pequeñas se hunden y la manzana que es grande y flota. La cáscara porosa en las frutas actúan como una esponja y las hace menos pesadas lo cual les permite flotar.
Al terminar con las frutas metimos una bola de plastilina y se hundió, y luego la misma plastilina al darle forma plana no se hundió. Esto nos dice que también la forma influye en la superficie del agua.
Damos las gracias a los papás de Antonio Jesús por este experimento tan divertido!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario